La resina fenólica fue desarrollada en 1907 por el químico Leo Hendrik Baekeland quien se podría considerar como uno de los precursores de las resinas sintéticas.
El Dr. Baekeland las llevó a Japón, donde comenzó su comercialización, dando inicio a la denominada “era del plástico”.
Desde su lanzamiento al mercado y dadas las propiedades de este material, su uso se concentró principalmente en la fabricación de artículos para la cocina, algunos aparatos electrónicos y partes automotrices que tradicionalmente se han fabricado con metales.
A diferencia del Nylon, la resina fenólica es un material termoestable. Es decir, con el incremento de la temperatura este material no pasa a una fase líquida.
Las resinas fenólicas, aunque altamente resistentes a solventes orgánicos, se comportan de una forma bastante limitada en presencia de bases inorgánicas y oxidantes. Con la adición de algunos compuestos se puede lograr que resistan al fuego y generalmente emiten muy poco humo si se calientan en exceso.
La resistencia al impacto de las resinas fenólicas es bastante limitada y por tal motivo se han adicionado algunas cargas que ayudan a incrementar esta resistencia cuando la aplicación lo requiera. Fibras de algodón, fibras de vidrio y algunos minerales se adicionan regularmente a la resina para disminuir su fragilidad e incrementar su resistencia al impacto.
Las ruedas de resina fenólica tienen una limitación a la hora de su fabricación y por lo general lo más común es encontrarlas de color negro, café y rojo en algunas ocasiones.
La aplicación más conocida de las resinas fenólicas es la fabricación de partes que deban resistir altas temperaturas. Nuestras ruedas AT y MT son ideales para estas aplicaciones y alcanzan una resistencia hasta los 270 grados centígrados.